jueves, 20 de enero de 2011

Súbele las faldas a California y fóllatela

Hoy he estado reunido con el Cónsul. Me he puesto de traje y con mi elegancia huertana he subido a la suite 860 de Wilshire Blvd. Desde luego está claro que para que te tomen en serio un plumaje de Easy Wear y zapatos Emilio Tucci te dan una seguridad que hasta hace que te lo creas. El hábito no hace al monje aunque ayuda. Así que la teoría de Barney Stinson es fiable, suit up!

Mi conversación con él, al menos a mi parecer, ha sido innecesaria. Ha servido para reforzar la realidad de que mi estancia en este país es transitoria, al menos en este primer contacto. No hay posibilidad de ampliar la Visa. Así que como el título del blog reza...

Cuanto antes voy a alquilar un coche. De este modo podré empezar a trabajar en el Popeyes y conseguir la plata que necesito para mi plan B, al que afortunadamente se ha apuntado mi padre. Además ha cogido un color muy atractivo a los sentidos este viaje. Se trata de alquilar una Volkswagen que una agencia angelina destina principalmente a surferos que quieren recorrer la costa del Pacífico buscando grandes olas. Nosotros queremos hacer nuestra ruta personal por el Far West y ver qué nos puede ofrecer estas tierras.

Así que habrá que preparar toda la memoria necesaria para almacenar gigas y gigas de vídeos y fotos.

Esto quiere decir que el 5 de abril estoy en Murcia y me quedaría hasta Septiembre, que vendría a Los Angeles de nuevo con un visado de un año y con una conciencia mayor de lo que puedo conseguir aquí.

El problema de esta ciudad es obvio, sin coche eres cojo. El servicio de transporte público es paupérrimo y a no ser que vivas cerca de donde trabajas no se puede permitir uno vivir en esta costosa ciudad.

Así que esta es mi historia hasta ahora y así se la he contado querido lector. Ahora empieza la época de trabajar y divertirse. No necesariamente en ese orden.

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